No hay registros precisos de las rutas que transitamos, pero haré un mapita con el recorrido que más o menos recuerdo.
Los integrantes: Estefanía, Martín (o sea, yo), Sofía, Lucas, Osvaldo y Marisa.
El vehículo: Peugeot 405 GR.
Sí. Éramos 6 personas en un sólo auto. En esa época, en Argentina no había controles acerca de los cinturones de seguridad (1 para cada pasajero). Entonces, en la parte de atrás, cada cinturón agarraba a un adulto y un niño.
La salida fue el día 28 de diciembre de 2007. La idea fue pasar el Año Nuevo en las playas brasileras. Alquilamos un departamento en Canasvieiras, Florianópolis, cuyos dueños son argentinos. Partimos desde nuestra casa a las 20 hs. Cargamos GNC y enfilamos hacia Villa María. El día estaba bastante nublado, como tormentoso.
El primer trayecto del viaje fue básicamente: Río Cuarto - Va María - San Francisco - Santa Fé - Paraná - Chajarí - Paso de los Libres.
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Efectuados los trámites aduaneros, con gran emoción entramos por primera vez a tierras brasileras. No teníamos ni idea de en dónde dormir. No sabíamos todavía que existía São Gabriel, lugar que en los sucesivos viajes usaríamos como punto intermedio de descanso. Cuando llegamos a Sao Gãbriel, entramos para averiguar sobre alojamientos. Ni bien entramos, todos ofrecían sus casas. Con mucha desconfianza (pues no conocíamos a los brasileros) seguimos a una señora que nos llevó a una casa de familia. Teníamos miedo de que fuera cualquier cosa y nos terminen asaltando, jejejeee! Al llegar a la casa, otra señora nos atendió junto a su marido. Entramos todos y recorrimos la casa. Yo, personalmente, desconfiaba...
Al final decidimos quedarnos allí. Dormimos plácidamente, luego de recorrer el centro y comer algo. A la mañana siguiente, nos habían afanado todo!
Noooo, jejeje, mentira! A la mañana siguiente, nos esperaba un hermoso desayuno para todos! Café, cacao, pan, dulces...! Increíble. Unos anfitriones extraordinarios! Tanto fue, que ahí mismo quedamos de acuerdo para el viaje de vuelta, para dormir nuevamente allí. Y no sólo en el viaje de vuelta, sino que las siguientes dos veces que fuimos a Brasil paramos allí. Estas dos personas, Neuza y Adão, son ahora nuestros primeros amigos brasileros! Debo aclarar que este relato fue escrito después de haber redactado otras historias posteriores.
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Buscamos algún lugarcito para estacionar cerca de la playa y bajamos para meter por lo menos las patas en el mar, ya que no hacíamos tiempo para quedarnos a bañar allí. La alegría fue inmensa. Una sensación de "qué lo parió, lo logramos!".
Al rato volvimos a subir al auto, y continuamos viaje hacia la isla. En Tubarão nos agarró un embotellamiento terrible.
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Al día siguiente fuimos a desayunar a un local en el centro y, después del almuerzo, nos fuimos a la playa.
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Después de alimentarnos, descansar un cachito y bañarnos, nos alistamos para festejar el Año Nuevo en el patio de los departamentos. La mayoría de los que estábamos allí éramos argentinos. La tradición es vestirse con ropa blanca. Nos ubicamos en una mesa, pusimos algo de carne en el asador, mientras algunos jugábamos al ping pong.
Ya cerca de la medianoche, todos nos fuimos a la playa para recibir el nuevo año. Allí nos enteramos de las tradiciones de las siete olas, de las uvas, etc.
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Al día siguiente, 1 de enero, fuimos a pasear en auto a una plaza que nosotros creíamos era la plaza central de Florianópolis! Y na que vé!!! Era una plaza perdida ni me acuerdo dónde!
En la calle no se veía a nadie. Todo desierto. Pero bueno, nos sirvió para descansar un cachito del día anterior.
Praia de Canasvieiras
Esta playa fue la primera que conocimos, así que la primera impresión fue buena. Claro, hasta que fuimos conociendo otras. Luego caímos en la cuenta de que ésta fue de las peorcitas, porque casi no hay playa! El barrio sí, está bueno porque es amplio... hay boliche y un poco más de movida que en otras, pero a nosotros nos gusta la playa...
Aquí hicimos el viaje en el barco pirata. Fue una hermosa jornada en donde nos llevaron a la isla de Anhatomirim, oportunidad en la que pudimos visitar el fuerte. También paramos a almorzar.
En el barco me hicieron disfrazar de mujer, por lo cual me gané una caipirinha. Luego me enteré de que mis amigos me mandaron al frente para que me elijan a mí... >:(
Acá van algunas fotos varias de la playa, y del paseo en barco.
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Lamentablemente se han perdido fotos de Blumenau y Bombinhias, debido a un virus de porquería en la computadora de los departamentos. En Bombinhas habíamos probado por primera vez la Secuência de Camaroes, y no teníamos ni idea de cómo se comía un camarón. Le comíamos hasta la cabeza y el mozo se re cagaba de la risa!
También perdimos hermosas fotos de Blumenau, con helechos gigantescos, arroyos, pueblito, etc...
Aquí algunas fotos que quedaron de la pasada por Camboriú:
Campeche
En uno de los últimos días de nuestra estadía, fuimos a visitar la playa de Campeche. Ya nos estábamos quedando casi sin plata, y cuando llegamos estábamos con más hambre que chico prestado. Así que nos metimos en un restaurante que aceptaba tarjeta, y comimos hasta decir basta. 98 R$ para todos incluyendo bebida.
No pudimos ir hasta la isla, pero la pasamos genial. A Osvaldo lo picaron dos aguavivas, juaaa juaaa!!!
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Praia do Forte
En otro día fuimos a Praia do Forte. Esta playa está al lado de Jureré, en la punta norte de la isla apuntando hacia el continente. Es un lugar hermoso para conocer y para llegar hay que enfrentarse a una subida un tanto complicada, porque es bastante empinada, por donde pasan a duras penas dos autos pegaditos y, debido a la arena de playa que traen los autos, las cubiertas patinan muchísimo. Y muchas veces ocurre que cuando estás por llegar a la cima de la subida, justo viene otro vehículo bajando, lo que requiere muchísimo cuidado. A mí me tocó frenar a cero en plena subida y volver a salir, cosa que me hizo transpirar mucho.
Bien, Praia do Forte lleva ese nombre porque justamente antes de pasar esa subida de porquería, uno puede meterse en un estacionamiento y visitar el fuerte São José da Ponta Grossa. Es re grosso, no sabés!!
Después de visitar el fuerte, bajamos a la playa tipo 17, 18 hs... Y nos dió hambre, así que a esa hora "almorzamos" en un restaurante que hay frente al mar. Nosotros somos así...
Aquí pondré fotos del fuerte, y posteriormente de la playa.
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Praia de Jureré
Jureré es un lugar espectacular. La playa está buenísima y el barrio parece Miami. Autos y casas de luuuuuujoooo!!
Aquí hicimos el paseo en el bananón acuático, que es una banana gigante tirada por una lancha que te lleva al mar y te revolea por todos lados. Estuvo realmente muy pero muy bueno. A los chicos los dejamos cuidando la carpita, jejejejeje!!
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Praia dos Ingleses
El día que fuimos a conocer Praia dos Ingleses, no hicimos playa. Simplemente recorrimos una parte. No me acuerdo porqué... Creo que después fuimos a otra parte. Por eso, gente, SIEMPRE que saquen fotos, PONGAN BIEN LA FECHA Y LA HORA A LA MÁQUINA!!!
Bueno, volviendo, acá algunas fotitos:
Mercado Central
No me acuerdo qué día era cuando fuimos a conocer el Mercado Central. Es un lugar muy copado para recorrer. Es bastante grande, y tiene un surtido de negocios enorme! En una misma galería hay "lojas" de electrónica y pescaderías con cangrejos que se saltan de los tachos al piso. Y ni hablar de cómo se come en el restaurante al aire libre!! Bueno, las mujeres... no hay tarjeta que aguante!
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Praia Brava fue la última playa que fuimos a conocer. Ya la cosa se iba terminando... :(
Un día ventoso, un poco fresco, lo que no nos impidió meternos al mar. Esta playa tiene unas olas muy lindas, que te revolean para todos lados.
Como dije, esa fue la última playa que conocimos. Luego emprendimos el viaje de vuelta. La ruta fue la misma que a la ida. Al llegar a São Gabriel, nuestros nuevos amigos nos estaban esperando. Una gran satisfacción nos invadió al sentir que pudimos cumplir un sueño como este!
Estoy escribiendo esto a 16 días de haber ido por quinta vez a Brasil. Quién lo hubiera dicho en ese momento? No me pregunten porqué no escribí este relato primero... pero en fin. Aquí van unas fotitos del viaje de regreso a Argentina.
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Bueno, esto fue todo. Fue, en resumen, un viaje increíble y lleno de emociones! 6 personas en un auto, compartiendo tantas aventuras, conociendo lugares nuevos y volviendo con miles de anécdotas! Gracias a Dios por esto, porque nos guardó en todo momento. A partir de este viaje, vinieron muchos más. Y vendrán seguramente tantos otros todavía!!!
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